EL LONGEVO 998, “DURO DE MATAR”
C-130B, FACH 998, del Grupo de Aviación N° 10 de Transporte Estratégico,
exhibido en FIDAE 2018, Base Aérea Pudahuel, 01 de Abril
Por Sergio Pulgar
La
historia de los HERCULES en la Fuerza Aérea chilena comienza en 1972, con la
adquisición de los dos primeros “Super E”, modelo convertido de su versión
civil, que luego sería conocida como “H”.
Diversas
circunstancias llevaron a que a principio de los años ’90, la aviación de
transporte chilena perdiese temporalmente esta importante capacidad de carga.
Ello motivó a la institución a solicitar ayuda a su par estadounidense, con el
objetivo de reponer parcialmente esta falta.
El
resultado fue la cesión entre Septiembre de 1991 y Abril de 1992, de dos
aeronaves tipo “B”, que se conocerían como FACH 997 (3551 año 1958) y FACH 998
(3690 año 1961).
Prontamente dos C-130 B se suman a la flota HERCULES (993 y 994) culminando 1992 con un inventario de seis aviones, dos “Super E” y cuatro “B”.
Prontamente dos C-130 B se suman a la flota HERCULES (993 y 994) culminando 1992 con un inventario de seis aviones, dos “Super E” y cuatro “B”.
La
primera baja fue en 2003, cuando el FACH 993 es retirado debido a un problema
aerodinámico que fue insanable.
Posteriormente y en forma simultánea son desactivados el 994 y 997, quedando en servicio solo un “B”, el FACH 998.
Posteriormente y en forma simultánea son desactivados el 994 y 997, quedando en servicio solo un “B”, el FACH 998.
Hacia
2008, la institución aérea había consolidado su sistema de armas, pero aún
continuaba con un indefinido proceso de refuerzo de su sistema de transporte,
tema que persiste, aunque estaba ad portas de resolver positivamente la urgente
necesidad de contar con un vector de reabastecimiento en vuelo, para su flota
de F-16, que ya se había establecido como el único medio de su tipo. Por ello
era urgente conseguir un tanquero, amén que el transporte seguía disminuyendo
su capacidad.
Ya se
había logrado que los dos Super “E” fuesen modernizados en cuanto a su
aviónica, mediante la instalación de un moderno panel, conocido como “glass
cockpit”, pero el C-130B quedaba fuera de esa posibilidad, ya que se tenía la
casi certeza de que pronto sería retirado.
El 998
tenía notables limitaciones respecto a sus similares, resumiéndose en dos temas
relevantes; autonomía y capacidad de operar en la Antártida (sistema de frenos
simple y anticuado). Ello lo ponía en primera línea de retiro y así se
comentaba dentro del gremio de los transportistas. Aun así, se le tenía cariño
y respeto, sobre todo por su longevidad y aunque con las limitaciones
indicadas, nunca falló y había servido con nobleza cuando se le requería.
La
demora en solucionar el tema transporte/tanquero lo puso en línea nuevamente y
continuó su servicio, que ya había alcanzado a vuelos internacionales y por
supuesto, dentro del país. Estando los dos modernizados Super “E” casi
exclusivamente dedicados a las Campañas Antárticas, el “B” resultaba un buen
apoyo.
Portada de la Monografía del HERCULES en CHILE, edición de 2015
Producción de Ediciones MULTIMODEL, imagen de KENNETH BROWN H.
Una de
sus grandes proezas, al mando de uno de los mejores Pilotos de su época, fue
haber rescatado en sucesivos vuelos a ciudadanos chilenos en las alturas del
Perú. Haciendo gala de sus cualidades como Piloto y Navegante, el Oficial al
mando logró sortear las limitaciones del 998, volándolo con su peso completo y
entre las sierras, hasta dejar su preciosa carga en suelo chileno.
La
solución a la ecuación transporte/tanquero, se dio en dos partes, incorporando
un Boeing 767 y dos KC-135E, los cuales permitieron duplicar la capacidad de
carga y a su vez retirar a otro noble como el “Aguila” (Boeing 707 modificado
como tanquero, pero que solo servía para aviones con probeta fija).
De
todas maneras y siempre se buscó conseguir incorporar más HERCULES al
inventario de transporte, pero conseguirlos era realmente difícil, por la gran
demanda del tipo “H”, el estándar en el mundo. Los C-130J, aunque modernos, no
habían logrado establecerse como la respuesta lógica y práctica a la serie “H”.
Off the Record, las propias tripulaciones estadounidenses no conseguían aceptarlo
del todo, salvo por la imposición de sus mandos.
La
Empresa Aeronáutica chilena (ENAER) dio el primer aliento a la posibilidad
cierta de que el 998 fuese repotenciado, al lograr con éxito modificar en 2011,
un C-130B de la Fuerza Aérea de Uruguay, al cual se le cambiaron los motores,
con el consecuente refuerzo estructural y revisión general, que lo dejaría en
estado operativo de primer nivel. Cabe señalar que los “B” uruguayos” han sido
dotados de “glass cockpit”.
Así las
cosas, la Fuerza Aérea decide aplicar esas modificaciones al 998, con el
objetivo de acercar sus performances lo más posible y a un costo razonable, a
sus similares 995 y 996. Con todo continuaba la búsqueda de más “Herk” y había
una luz en el horizonte.
Entre
lo más destacable de esa repotenciación, se encuentra el refuerzo de las alas,
para montar los nuevos motores T-56-A-15, el incremento de la capacidad de
combustible interno y la actualización del tren de aterrizaje. Con eso y salvo
que no se le montó el sistema de estanques auxiliares subalares, el 998 se
convirtió en un excelente camarada de operaciones de los ya clásicos 995 y 996.
Hacia
2015, la Fuerza Aérea de Chile logra adquirir cuatro C-130 “H”, en variadas
versiones (K-130R y C-130R), consolidando una base mínima de transporte aéreo,
que esta institución aún considera como “apoyo a la fuerza”, tema que a la luz
de las necesidades reales como país, debería replantearse y entender que si
bien necesita un sistema de armas eficiente y disuasivo, no menos requiere uno de transporte y carga, que sea capaz de enfrentar a un “enemigo” cada vez
más hostil, como los fenómenos naturales.
FIDAE
2018 tiene la excelente iniciativa de incluir entre las aeronaves de presentación
estática al noble y longevo C-130 “B” FACH 998, que con dignidad observa a sus
modernos descendientes, pero sin duda con la satisfacción del deber cumplido.
Larga
vida al 998, a quien hemos bautizado con justicia como “DURO DE MATAR”